Vivimos en un mundo de aceleración histórica, donde los cambios se suceden en lapsos cada vez más cortos. El dinamismo del conocimiento implica que los meros datos aprendidos al inicio de los estudios estén ya superados al concluir los mismos. De allí la urgencia de que la educación promueva que los alumnos sean amigos del cambio y que superen el papel de repetidores pasivos para ser personas creativas y proactivas.
En efecto, la educación puede ser un instrumento poderoso para fomentar la creatividad. Puede remover barreras que bloquean la creatividad, tales como las actitudes negativas, el miedo a la burla y la estrechez de miras, a la vez que puede promover las actitudes postivias, aumentar la autoconfianza y generar motivasión para buscar alternativas y romper barreras.
Ahora bien, el 96% de los docentes afirman la importancia de promover la creatividad del estudiantes. En contraste con este consenso generalizado, se comprueba con desaliento que la práctica de los mismos docentes es restrictiva y la predilección se dirige hacia los estudiantes obedientes y sumisos, alumnos ideales que reproducen y a lo sumo aplican el conocimiento recibido. Por el contrario, los estudiantes más creativso son vistos como desafiantes y díscolos.
Comprendemos, entonces, que la promoción de la creatividad debe superar el recurso a unas prácticas diseñadas para ser ocasionalmente empleadas en clase. Para ser creativo se requiere un contexto ecológico que promueva la creatividad, lo que va desde el diseño de los exámenes hasta las actitudes de los pares hacia quienes quienes manifiestan pensamiento divergente.
El docente, como mediador del aprendizaje, tiene un papel central en el diseño de este contexto ecológico de la creatividad. El mismo debe ser tolerante con la diferencia, ser abierto. carecer de rigidez frente a los errores, que más bien debe ver como ensayos de aprendizaje y; finalmente, promover un ambiente estimulante para la creatividad (de retroalimentación positiva para la creación de novedad y el alcance de efectividad). Los tests para identificar el potencial creativo del alumno o las técnicas de creatividad entonces servirán de herramientas eficientes en un contexto fecundo.
Urban, en sus distintos trabajos, ha propuesto listas amplias de recomendaciones para estimular la creatividad, que van desde el diseño de materiales variados hasta el recurso al sentido del humor. Pero más allá de las estrategias, existe un denominador actitudinal común: el docente debe arriesgarse a ser creativo en su búsqueda de medios para promover la creatividad de sus alumnos, puesto que su propia actitud es el principal recurso para modelizar dicha creatividad en ellos.
En efecto, la educación puede ser un instrumento poderoso para fomentar la creatividad. Puede remover barreras que bloquean la creatividad, tales como las actitudes negativas, el miedo a la burla y la estrechez de miras, a la vez que puede promover las actitudes postivias, aumentar la autoconfianza y generar motivasión para buscar alternativas y romper barreras.
Ahora bien, el 96% de los docentes afirman la importancia de promover la creatividad del estudiantes. En contraste con este consenso generalizado, se comprueba con desaliento que la práctica de los mismos docentes es restrictiva y la predilección se dirige hacia los estudiantes obedientes y sumisos, alumnos ideales que reproducen y a lo sumo aplican el conocimiento recibido. Por el contrario, los estudiantes más creativso son vistos como desafiantes y díscolos.
Comprendemos, entonces, que la promoción de la creatividad debe superar el recurso a unas prácticas diseñadas para ser ocasionalmente empleadas en clase. Para ser creativo se requiere un contexto ecológico que promueva la creatividad, lo que va desde el diseño de los exámenes hasta las actitudes de los pares hacia quienes quienes manifiestan pensamiento divergente.
El docente, como mediador del aprendizaje, tiene un papel central en el diseño de este contexto ecológico de la creatividad. El mismo debe ser tolerante con la diferencia, ser abierto. carecer de rigidez frente a los errores, que más bien debe ver como ensayos de aprendizaje y; finalmente, promover un ambiente estimulante para la creatividad (de retroalimentación positiva para la creación de novedad y el alcance de efectividad). Los tests para identificar el potencial creativo del alumno o las técnicas de creatividad entonces servirán de herramientas eficientes en un contexto fecundo.
Urban, en sus distintos trabajos, ha propuesto listas amplias de recomendaciones para estimular la creatividad, que van desde el diseño de materiales variados hasta el recurso al sentido del humor. Pero más allá de las estrategias, existe un denominador actitudinal común: el docente debe arriesgarse a ser creativo en su búsqueda de medios para promover la creatividad de sus alumnos, puesto que su propia actitud es el principal recurso para modelizar dicha creatividad en ellos.
Me parece importante darle peso a los comentarios y burla a los que se enfrentan los estudiantes en los salones de clase. En la universidad en la que laboro, hay ciertas clases en las que los profesores permiten la filmación o grabación de las mismas, pero esto trae efectos indeseados para los estudiantes pues por este misma razón temen de participar en clases y hacer comentarios ya que sus propios compañeros suben esas grabaciones a sitios de internet.
ResponderEliminarEsto debria ser del conocimiento del profesor pues impide el desarrollo de la creatividad y de la participación en clase.
Debido a estas situaciones hemos logrado evitar el uso de cámaras en histología y promover un ambiente más relajado para ellos y que la participación no genere estrés entre ellos.
Estimada Elena:
ResponderEliminarLa presión social al conformismo ha sido teorizada por muchos autores. Ortega y Gasset ya señaló en su Rebelión de las Masas el impacto de esa tendencia niveladora y los filósofos existencialistas, con su denuncia al hombre masa, fueron seguidos por psicólogos humanistas como Erich Fromm. Se trata de una tendencia niveladora necrófila, porque atenta contra la creatividad, la producción y la vida. Generar en los estudiantes un clima de confianza que les permita conceptualizarse como diferentes y vencer las permanentes presiones sociales es una tarea vital de la formación humana. Programas diseñados para otras causas, como DARE, nos brindan herramientas para ayudar a los jóvenes a superar esa presión del medio.
Estimado Alex:
ResponderEliminarMencionas muchos aspectos importantes para que las personas puedan desarrollar su creatividad, pero hay una que me gustaría destacar; el docente debe tratar de que en el aula exista un contexto ecológico que promueva la creatividad, y esto conlleva todos los aspectos que comentas. Adicionalmente esto no se puede lograr si el maestro no es creativo, pues como tú lo mencionas muy bien, del ejemplo del maestro es lo que mejor aprende el estudiante. En una lectura que por mala suerte no preciso ahora, leí un comentario que calza muy bien con tu comentario final:”Lo que hace el maestro tiene tanta intensidad, tiene tantos decibeles, que impide que el estudiante escuche lo dice”
Alex, importante lo que mencionas con respecto a que los docentes debemos ser los primeros en porner en práctica la creatividad, para que de esta manera podamos inculcarla en los estudiantes, sin embargo en muchas ocasiones limitamos la creatividad, en pocas palabras nos contradecimos. y lamentablemente en los hogares pasa esto con más frecuencia.
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